Eduard Genís Sol, abril del 2017.
El hígado-madera gobierna la fluidez y la descarga (疏泄, Shū xiè); el bazo-tierra, el transporte y la transformación (运化, Yùn huà). Ambas funciones se regularizan mutuamente y ambas convergen en el punto que asegura el ascenso y el descenso del mecanismo del Qì (气机, Qì jī), el metabolismo de los fluidos y la digestión de los alimentos y las bebidas. Si a causa de desórdenes emocionales el hígado no puede fluir libremente, en este cuadro acaba invadiendo el bazo y configurando el mecanismo patológico de “el Qì del hígado explotando el bazo”, que consiste, básicamente, en un Qì del hígado que no fluye libremente y un bazo que no puede transportar ni transformar. Alternativamente, si el Qì del bazo está vacío y el Qì del hígado es excesivo, este último puede igualmente explotar el bazo y deteriorarle la función de transporte y transformación.
Además, los efectos de la explotación pueden variar en función de la tipología de cada persona. Así, en personas con una exuberancia habitual del Qì del centro, el ataque del Qì del hígado sólo dañará el ascenso y el descenso del mecanismo del Qì en el cuerpo entero e impedirá al Qì del hígado fluir libremente y, como consecuencia del estancamiento, se producirá distensión y dolor en el pecho y en los flancos.
Si el Qì del hígado explota el bazo y daña el transporte y la transformación, el Qì se estancará en el abdomen mayor, provocando distensión y dolor en el conducto del estómago y el abdomen. Si el Qì del hígado acelera hacia abajo, el agua-humedad se infiltrará hacia la parte inferior del cuerpo para dañar la conducción (传导, Chuán dǎo) del intestino grueso, produciendo, con ello, diarrea y pesadez rectal.
En personas con un vacío habitual del Qì del centro, cada vez que las emociones ataquen, el Qì del hígado explotará el bazo, dañará el transporte (运, Yùn), el agua-humedad se filtrará hacia el intestino grueso y se producirá diarrea. Si el Qì del hígado deteriora el mecanismo del Qì (气机, Qì jī), provocará dolor con ganas de defecar; tras hacerlo, el estancamiento del mecanismo del Qì se desbloqueará, el dolor abdominal cederá transitoriamente y, de esta manera, el dolor y la diarrea se irán alternando.
En personas con un vacío habitual del yáng del bazo, el Qì del hígado se aprovecha de este vacío y exacerba aún más el frío vacío del bazo (脾虚寒, Pí xū hán); los alimentos y las bebidas no se transforman ni se transportan y, en lugar de ello, pasan directamente a los intestinos sin transformar, dando lugar a borborigmos, a una diarrea lientérica y a dolor en el abdomen menor (少腹疼痛, Shǎo fù téng tòng).
Hay que tener en cuenta que en caso de una sobrepresión del hígado con un vacío del bazo (肝郁脾虚, Gān yù pí xū) se produce un estancamiento del Qì del hígado (肝气滞, Gān qì zhì) que no ayuda de ninguna manera al bazo, con lo cual puede fallar el transporte y la transformación, el control de la sangre y la generación del Qì y de la sangre. Todo ello puede manifestarse en forma de depresión mental, distensión y dolor en el pecho y en los flancos, suspiros frecuentes, plenitud y sensación de nudo en el conducto del estómago, inapetencia e ingesta tórpida. Además, la imposibilidad del bazo de hacer ascender el yáng puro y/o la de generar suficiente Qì, sangre y fluidos propiciará que la cabeza, la cara y los orificios superiores queden desnutridos; ello se manifestará con cefalea, visión nublada, cara pálida y una boca y una lengua secas. Adicionalmente, la falta de sangre puede privar de nutrición al útero y generar una desarmonía entre los vasos penetrante y controlador (冲任不调, Chōng rèn bù tiào), situación que puede manifestarse con menstruaciones escasas (月经过少, Yuè jīng guò shǎo) o bloqueadas (经闭, Jīng bì).
Eventualmente, también puede producirse un fuego del hígado explotando el bazo (肝火乘脾, Gān huǒ chéng pí): tanto una sobrepresión del hígado con estancamiento del Qì (肝郁气滞, Gān yù qì zhì) que perdure, como un acceso violento de cólera pueden derivar en una sobrepresión del hígado transformada en fuego (肝郁化火, Gān yù huà huǒ). Si este fuego ataca al bazo, dañará su función de transporte y transformación (运化, Yùn huà), provocando, con ello, pesadez rectal, diarrea caliente y también calor, hinchazón y dolor en ambas piernas. Y, si la invasión del hígado estanca la humedad, habrá dolor en el abdomen menor y descargas vaginales amarillas (带下黄, Dài xià huáng).