Eduard Genís Sol, septiembre del 2015
La farmacopea china (中药, Zhōng yào) existe y se viene desarrollando desde hace más de dos milenios. Cuando hacemos referencia a ella, empleamos el término yào (药), que se puede traducir como remedio medicinal, y no el término cǎo (草), hierba, ya que a pesar de que la mayoría de los remedios utilizados pertenecen al mundo vegetal, una parte de ellos son sustancias minerales (玉石, Yù shí), como por ejemplo el cinabrio, Zhū Shā (朱砂), o la pirita, Zì Rán Tóng (自然铜); o sustancias animales (虫兽, Chóng shòu), como la cornamenta del ciervo joven, Lù Jiǎo (鹿角), o las escamas del pangolín, Chuān Shān Jiǎ (穿山甲); o incluso sustancias humanas, como el cabello carbonizado, Xuè Yú Tàn (血余炭), o la placenta, Zǐ Hé Chē (紫河车).
Chán Tuì (蝉蜕) pertenece al mundo animal. De entrada, es un ‘bicho’ de por sí curioso, empezando por su nombre que, traducido literalmente del chino, significa “liberarse de sí mismo”, de manera que se suele traducir como el periostraco de la cigarra, que es la parte del animal empleada por la farmacopea china.
El periostraco de la cigarra es el caparazón externo del animal, que lo pierde al emerger de su etapa de años -hasta diecisiete- bajo tierra en su etapa de ninfa. Probablemente de ahí derive su nombre literal: liberarse de sí mismo sería la gesta de desprenderse del propio periostraco nada más salir de la tierra. Sea como sea, sus acciones terapéuticas son extraordinarias. Vamos a repasarlas un poco:
El periostraco de la cigarra – Chán Tuì – está catalogado en el grupo de remedios que resuelven el exterior (解表药, Jiě biǎo yào), concretamente, en el subgrupo de los remedios picantes y frescos que resuelven el exterior (辛凉解表药, Xīn liáng jiě biǎo yào) y su presentación a grandes rasgos es la siguiente: se trata de un remedio dulce y frío, con tropismo hacia el pulmón y el hígado, que se utiliza siempre sin cocción (生, Shēng). Dispersa el viento-calor -especialmente en caso de una inflamación de garganta y/o de afonía-, hace exteriorizar las pápulas y alivia el prurito, clarifica el hígado e ilumina los ojos y extingue el viento y controla la tetania. Se trata de uno de los raros anticonvulsivos que no es tóxico, con lo cual se puede utilizar en dosis altas incluso en niños. La posología diaria difiere en cada caso, así, se utilizan de 5 a 10 gramos diarios para tratar un viento-calor, de 10 a 30 gramos diarios para tratar un viento interno (incluidos los niños) y de 2 a 3 gramos diarios en polvo para calmar los espasmos bronquiales del asma.
Como vemos, despliega unas cuantas acciones y, desde nuestro punto de vista, es su capacidad para extinguir el viento y controlar la tetania (熄风止痉, Xí fēng zhǐ jìng) sin ser tóxico la que lo hace muy, muy interesante. Ello significa que se puede utilizar con una posología generosa y en niños sin temor a efectos secundarios no deseados. Para entender el énfasis que le ponemos a esta cualidad, basta con echar un vistazo a otros remedios que despliegan la misma acción, pero que poseen el inconveniente de ser tóxicos, como, por ejemplo, el escorpión (全蝎, Quán Xiē) o la escolopendra (蜈蚣, Wú Gōng), cuya toxicidad se controla a partir de posologías muy reducidas y a partir de periodos de administración restringidos.
Es por ello que Chán Tuì es un remedio muy utilizado en pediatría (儿科, Ér kē), ya que se trata de uno de los pocos remedios que tratan las convulsiones sin ser tóxico. De manera que es muy utilizado en cuadros de viento de espanto (惊风, Jīng fēng), con convulsiones febriles, agitación, insomnio, miedo y gritos nocturnos. Para ello, suele asociarse con Gōu Téng y/o con Tiān Má. Como, por ejemplo, en el Polvo de los cinco tigres cazando el viento (五虎追风散, Wǔ hǔ zhuī fēng sàn): (Shēng) Chán Tuì + Dǎn Nán Xīng + (Chǎo huáng) Tiān Má + Quán Xiē + (Shēng) Bái Jiāng Cán. Esta fórmula trata el tétanos derivado de un viento externo, con convulsiones y opistótonos y, efectivamente, la cigarra – Chán Tuì- es un tigre en lo suyo.